21 dic 2013

El lente de la Venezuela del siglo XX: Arturo Uslar Pietri

Arturo Uslar Pietri, junto con Rómulo Gallegos, es una de las figuras y personalidades literarias y culturales más grandes de Venezuela y obstentan un puesto más que modesto dentro del ámbito hispanoamericano también. Es más, soy de los que colocan a Uslar Pietri un escalón por encima de Rómulo Gallegos. Arturo Uslar Pietri se destacó, sobre todo, en la literatura, la actividad política y fue un gran historiador de la Venezuela del siglo XX, es por esto que es prácticamente imprescindible a la hora de emprender el estudio o la comprensión de Venezuela en casi cualquier ámbito sin tener sus obras como referencia.


Siempre crítico de la sociedad venezolana, fue Ministro de Educación, de Haciendia y de Relaciones Internacionales de Venezuela, además de Senador en varias ocasiones y candidato a la presidencia de su país; se considera es el primer venezolano en utilizar la televisión como medio para difundir cultura (con su programa, transmitido por Radio Caracas Televisión, «Valores humanos»), además de ser el creador y difusor de la acción sembrar petróleo, que no es hacer otra cosa más que utilizar la riqueza, que él considera transitoria, petrolera y convertirla en riqueza estable y verdadera.

Nació en Caracas el 16 de mayo de 1906; se graduó de Doctor en Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela, en donde conoce a personajes como Rafael Caldera, Raúl Leoni, Rómulo Betancourt y Jóvito Villalba; jóvenes que formaron la llamada generación del '28, un movimiento estudiantil que emprendió la resistencia en contra de la dictadura de Juan Vicente Gómez. En 1928 publica su primer libro: «Barrabás y otros cuentos»; luego parte a París, y en Madrid en 1931, publica su primera novela llamada «Las lanzas coloradas» que narra una historia dentro del comienzo de la guerra independentista venezolana, puedes saber más de ella aquí.

Para la muerte de Juan Vicente Gómez (1935), regresó a Venezuela y se sumó al intenso debate ideológico acerca de cuál debía ser el rumbo a tomar por el país; aquí, pronuncia por primera vez la tesis que irá manteniendo a lo largo de los años: sembrar el petróleo, es expuesta en un ensayo titulado de la misma forma. Para 1945 salió del país de nuevo, esta vez exiliado por el golpe de Estado ocurrido contra el entonces presidente Isaías Medina Angarita, a cuyo gobierno pertenecía. Vivió en Nueva York, en donde enseñó la cátedra de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Columbia. Para este entonces, ya había publicado «El camino de El Dorado» (novela, 1947), «Letras y hombres de Venezuela» (ensayos, 1948), «Treinta hombres y sus sombras» (cuento, 1949), entre otros. Además de mantener una actitud crítica sobre la gesta política-militar que lo había obligado a exiliarse.

Regresó en 1950, y para 1958, con la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, retornó a la actividad política. Fue electo Senador para el Distrito capital, posteriormente fue candidato presidencial (contienda electoral en la que perdió contra Raúl Leoni) y luego reelecto Senador por dicha entidad de nuevo en el período 1964-69; sin embargo, luego fue distanciándose poco a poco de la política activa, dedicándose a la literatura. En 1981 publicó «La isla de Robinsón», y nueve años después, en 1999, la novela «La visita en el tiempo», que lo hizo acreedor del premio Príncipe de Asturias, Mención Letras; y al año siguiente del premio Rómulo Gallegos, convirtiéndose en el primer venezolano en obtener el galardón.

Se dedicó entonces a la crítica de la realidad venezolana, sobre todo desde columnas en los periódicos, hasta su muerte el 26 de febrero del 2001 a causa de un infarto.

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